viernes, 25 de abril de 2014

DESCRIPCIÓN DEL CASO

CASO CLAE

Para hablar del caso CLAE, es necesario saber que significaba esta empresa para los ciudadanos.
CLAE o Centro Latinoamericano de Asesoramiento empresarial era una empresa que "brindaba servicios de asesoría, consultoría y administración de empresas" constituida en 1978. Esta en realidad, en la práctica se dedicó a la intermediación financiera en el ámbito de la banca paralela y no era reconocida legalmente para operar en dicho mercado, es decir, la empresa no se encontraba registrada dentro de la Superintendencia de Banca y Seguros (SBS). Su fundador principal era Carlos Manrique Carreño de origen era Cuzqueño y cuyo capital fue de 100 mil soles.
Adicionalmente, generaba gran cantidad de puestos de trabajos, debido a la diversificación de la empresa siendo nombraba como una de las mejores empresas del Perú.

Así, jubilados, cesantes, miembros retirados de las fuerzas armadas y policiales, políticos, empresarios, artistas, futbolistas, empleados, obreros y hasta amas ed casa vieron una oportunidad en la empresa de Manrique y metieron su dinero allí. CLAE tenía 20 locales a nivel nacional (17 en Lima y tres en Chiclayo, Tacna y Trujillo).

Sin embargo, la pregunta que todos nos hacemos es ¿Por qué la gente invertía su dinero en esta empresa que no tenía ningún tipo de respaldo? La respuesta se resume en dos palabras: “Intereses altos”. A mediados de 1980, CLAE les ofrecía a sus clientes retornos altos, llegando a pagar intereses hasta 204% en soles y
29% en dólares y cuya competencias apenas pagaban entre el 7% y 24% en soles y tasas entre el 7 y 9% en dólares. En su mejor momento se decía que este sistema había captado cerca del 30% del ahorro interno, con lo que uno puede entender la gran cantidad de peruanos estafados

CLAE venía operando en el mercado financiero por un espacio de 26 años. En una época en la que el gobierno de Alan García (1985-1990) había dejado el país con una inflación por los cielos hasta del 2000%, cualquier banco ofrecía tasas de interés que resultaban negativas en cualquier plazo. De esta forma, CLAE se había convertido en una opción “sumamente atractiva” para los peruanos.

Carlos Manrique Carreño fue el hábil organizador de un mecanismo que ofrecía una banca paralela con sorprendentes “tasas de interés” que se sufragaban principalmente con la incorporación de nuevos “clientes” al mecanismo y además con las “renovaciones de depósitos”, una especie de voto de confianza por parte de aquellos que en su momento recibieron los “dividendos” de la estafa pero que mantenían fondos en el mecanismo en espera de seguir recogiendo las eventuales ganancias. Por lo que, en resumen, este mecanismo:
  1. Requiere más “clientes” y cierto nivel de fidelización.
  2. Reparte los nuevos fondos entre los viejos clientes.

Este sistema es conocido como el sistema piramidal, es decir, CLAE pagaba estos intereses prometidos puntualmente con el dinero de los nuevos depositantes, y como los antiguos clientes querían seguir haciendo crecer su dinero, renovaban sus contratos. Pero, como toda estafa piramidal, llegó a un estado en que eran tantos los inversionistas nuevos, cerca de 200 mil personas, que pronto se hizo difícil pagarles a los primeros que depositaban. 

Entre los años de 1985 y 1990, la Superintendencia de Banca y Seguros ya había identificado una treintena de casos de estafa por la captación de dinero de parte de la banca informal (uno muy sonado fue el de REFISA), pero era poco lo que podía hacer porque las normas no alcanzaba a estas entidades. Pese a que la empresa era informal, muchas personas conocían de está y su pago puntual a sus inversionistas mediante letras o pagarés, ayudó a que se corra la voz sobre lo “maravilloso” de este sistema.

CLAE llegó a reunir un total de 640 millones de dólares sin tener ninguna entidad reguladora, como el Banco Central de Reserva (BCR) que administra un porcentaje de las inversiones de Bancos Formales de acuerdo a ley.

Fue que hasta en el gobierno del Ex presidente Alberto Fujimori que se hizo una reforma en la norma y se obligó a formalizar CLAE. Sin embargo, Manrique no pudo sustentar el financiamiento de la empresa. El 29 de Abril de 1993, los locales de CLAE son intervenidas por el gobierno y se difundió a la prensa la forma de estafa de la misma.  El 16 de Mayo de 1994 por orden de la Corte Suprema del Perú, CLAE es disuelta.

Sólo se encontró, en la bóveda de la empresa, 38 millones  de soles y fue devuelta Y algunos socios del CLAE lograron recuperar su dinero, dejando en la pobreza más de 160 mil ahorristas. Muchas de estas personas habían perdido su trabajo a causa de la reducción del Estado, y se quedaron sin nada, ya que todos sus ahorros habían sido puestos en CLAE.

Manrique fugó a los Estados Unidos y fue capturado posteriormente en Miami, siendo extraditado al Perú poco después. La disolución de CLAE generó un pánico financiero que afectó al mercado peruano, pues, por más que las entidades financieras estuvieran formalmente constituidas, la gente ya no confiaba en ellas. 

Asociados o agremiados en organizaciones como la Asociación Nacional de Claeístas o Unaclae, miles de ahorristas continuaron con sus reclamos hasta los primeros años de este siglo. Lo cierto, sin embargo, es que nunca se supo con certeza a dónde fue a parar el dinero y hasta el momento nadie ha podido recuperar ni un sol.


Referencia Bibliográfica:
·         http://mercadossinfronteras.foroactivos.net/t76-el-caso-clae-en-peru, Consultada el 24/04/2013
·         http://claeista.blogspot.com/, Consultada el 24/04/2013




Elaborado por Scarlett Barrantes y Claudia Escalante







No hay comentarios:

Publicar un comentario